Mamografía con mejor imagen y menor radiación
- Siemens lanza un nuevo equipo que se une a la tendencia de mayor seguridad para las pacientes.
25-09-2013. Cinco Días.
Cuando una paciente acude a realizarse una mamografía se garantiza un buen y temprano diagnóstico ante un posible tumor en la mama. Lo que tal vez no sepa es que, como ocurre con otros equipos de imagen, está recibiendo una radiación que a largo plazo, sumada a otras muchas pruebas, puede ser perjudicial para su cuerpo.
Por eso, las empresas de tecnología se afanan por presentar novedades que reduzcan lo más posible estas radiaciones. Es el caso del nuevo mamógrafo Mammomat Inspiration Prime Edition de la multinacional alemana Siemens, que rebaja hasta un 30% estas dosis.
“Hay una preocupación y una concienciación creciente entre los radiólogos y la población porque cada vez se usan más técnicas de radiación ionizantes”, asegura Mercedes Torres, radióloga del madrileño Hospital Universitario de Torrelodones (del grupo HM Hospitales).
A los rayos X tradicionales se les unen la mamografía (también basada en radiología convencional) y los escáneres. “Se utiliza más porque ha habido un cambio en la filosofía del diagnóstico médico. Los profesionales se basan más en la imagen porque ofrece mucha información”, añade.
En casos como las mamografías la cuestión se agrava, pues los programas de prevención hacen que las mujeres pasen por estos equipos cada dos años. Depende de la comunidad autónoma, pero aproximadamente una mujer comienza estos programas de cribado a los 48 años, durante 20 años. Al final, habrá pasado la prueba al menos diez veces.
No existe un valor máximo recomendable anual de dosis, medidas en miligrays (mGy), únicamente uno por cada disparo que se realice.
“En mamografía, esta dosis recomendable depende del espesor de la mama: desde 1 mGy de dosis para mamas de dos centímetros y hasta 6,5 mGy para mamas de nueve cm de espesor. El objetivo es que las dosis que reciben las pacientes sean lo más bajas posibles con la mejor calidad de imagen”, explica Pedro Fernández Letón, jefe de radiofísica de HM Hospitales.
“El riesgo a la larga es la inducción de tumores y problemas hematológicos”, cuenta la doctora Torres.
Pero no existe un consenso de qué niveles acumulados pueden recibir las pacientes. “En radiodiagnóstico no hay niveles peligrosos de dosis a paciente, salvo en radiología intervencionista por efectos en piel, ni existe ningún límite legal. Únicamente se deben justificar clínicamente las pruebas con rayos X y después optimizar las dosis”, justifica el doctor Fernández Letón.
Esta creciente preocupación está llevando a muchos hospitales a crear las historias dosimétricas de los pacientes, que reflejan las dosis acumuladas al cabo de los años para que el médico las tenga en cuenta.
Pero el reto para las compañías de tecnología pasa por reducir la radiación sin afectar a la calidad de la imagen, para que los especialistas sean capaces de comprobar lesiones en los tejidos. En el caso del equipo de Siemens, se consigue disminuir la radiación necesaria que se debe administrar al eliminar uno de los filtros mientras se gana en calidad de imagen gracias a un algoritmo de reconstrucción de la imagen en el software.
Como tendencia de futuro, se espera que la tomosíntesis (imágenes de múltiples cortes de la mama similares a un escáner) tome el relevo, porque ofrece más información al facultativo. En cambio, esta técnica expone a la paciente a más radiación, así que los médicos esperan que aún se reduzcan más las dosis.
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