Nace el "Google" de los médicos
La gran revolución que conllevó la integración de internet en casi todas las capas de la sociedad fue que el conocimiento dejaba de estar almacenado exclusivamente en bibliotecas para pasar a ser una nube común de acceso mundial.
Ahora, los médicos e investigadores comienzan a crear su propia fuente de conocimiento común a través de Biopool, un proyecto liderado por Osakidetza y Tecnalia que pretende crear una red mundial de biobancos. De esta forma, las imágenes histopatológicas –es decir, las fotografías de órganos enfermos– estarán a disposición de cualquier especialista médico del mundo a través de un estricto protocolo de acceso. Biopool, como herramienta y nunca como método de diagnóstico ayudará a agilizar las investigaciones médicas.
El buscador Biopool ya está operativo para médicos e investigadores a través de cualquier navegador web. Aunque, lógicamente, no puede acceder a él cualquier persona, ni cualquier especialista. Pertenece a un consorcio europeo formado porsiete socios: el servicio público de salud vasco Osakidetza, las empresas vascas Tecnalia, eMedica y Cultek, además de la Universidad británica de Brunel, el Biobanco Erasmus EMC de los Países Bajos y la empresa informática francesa Pertimm SAS.
"En principio, Biopool, nació como un proyecto europeo, conformado por un consorcio bastante anómalo, principalmente vasco, muy bien valorado por la Comisión Económica Europea", explica Estíbaliz Garrote, una de las investigadoras de Tecnalia que lidera este ambicioso proyecto. El objetivo europeo se ha quedado enseguida pequeño por el gran interés de que ha despertado esta red en países como Japón o Australia. A largo plazo, Biopool aspira a convertirse a una gran red global de biobancos, para lo que el consorcio estudia cómo regular el correcto acceso de nuevos socios.
Esta red supone toda una revolución en el mundo de la investigación médica. Sólo en España, existen 50 biobancos distintos, aunque en Euskadi Osakidetza centralizó a través de la fundación BIOEF todos los existentes en el territorio vasco en sólo uno, que recoge muestras de siete hospitales de la red vasca. En otras comunidades autónomas, existen varios centros de estas características, tanto público como privados.
Los biobancos almacenan tejidos enfermos extraídos a pacientes a través de biopsias. Estas muestras son completamente anónimas y únicamente se almacenan si el paciente da su consentimiento expreso para que así sea. Cuando un investigador se encuentra inmerso en un estudio sobre una patología concreta, ha de coger su teléfono y llamar uno por uno a todos los biobancos para preguntar si alguno de ellos tienen muestra que sean útiles para su investigación. Si el estudio versa sobre un grupo de edad concreto o sobre un tipo de cáncer poco habitual, por ejemplo, la búsqueda telefónica puede ser casi eterna y en todo caso muy tediosa.
Biopool pretende agilizar todas estas incomodidades, reduciendo la búsqueda al acceso a su plataforma web, donde el investigador puede buscar la muestra, descargar una imagen de la misma en alta resolución –los archivos llegan a pesar incluso 10 ó 15 Gb– y solicita, si lo estima conveniente, una pequeña parte de la muestra al biobanco correspondiente para su estudio al microscopio.
"Ahora el investigador accede a la plataforma, selecciona los parámetros de la muestra que está buscando y el sistema le ofrece todos los resultados disponibles para su consulta en la red de biobancos. La búsqueda se puede hacer a través de imagen o complementándola con texto", explica Garrote. Una de las mayores dificultades de este trabajo es que todas las muestras que se sumen al sistema además de tener que estar digitalizadas, como es lógico, han de estar convenientemente etiquetadas. "Es decir, trasladar a una muestra digital todo lo que observan a través del microscopio los patólogos, que son quienes nos están enseñando a leer las imágenes", explica la investigadora de Tecnalia.
Roberto Bilbao, director científico del Biobanco Vasco para la Investigación, asegura que la tecnología de Biopool es similar a buscador de imágenes de Google. "Tú subes una foto de un edificio al buscador y el sistema te dice donde está. Esto sería lo mismo, pero con imágenes histopatológicas".
El proyecto comenzó hace poco más de un año y sus impulsores ya han podido constatar el gran interés que suscita a nivel internacional tanto para los patólogos como para los biobancos. "Vemos que es una gran forma de poner al servicio de la sociedad todo el potencial que tienen los biobancos a nivel mundial. Por ejemplo, si alguien investiga una enfermedad de las denominadas raras, es muy difícil y costoso encontrar una muestra a través de llamadas telefónicas. Con este sistema, la búsqueda pasa a ser casi instantánea", reivindica Garrote.
En este primer año de trabajo, la labor de Biopool se ha centrado en unapatología concreta, el cáncer de colon, ya que es una de las más habituales en la sociedad. En la actualidad, el sistema cuenta con unas 200 imágenes diferentes de esta enfermedad convenientemente etiquetadas con todos los datos relevantes para su búsqueda e identificación. En el segundo año se recogerán muestras sobre cáncer de mama, también relativamente habitual. Son, de algún modo, las dos pruebas piloto de Biopool, cuyo objetivo es seguir añadiendo patologías al sistema e ir sumando al mismo un mayor número de biobancos que globalicen la red. En el pasado, ya hubo un proyecto europeo que trató de poner en red a los biobancos, pero se encontró con las dificultades tecnológicas de la digitalización de las imágenes. Ahora, son instituciones vascas las que apuestan por liderar este ambicioso proyecto.