viernes, 16 de noviembre de 2012

El Hospital Clínic se plantea que sea regido por sus médicos


El Hospital Clínic se plantea que sea regido por sus médicos
  • El hospital resolverá su futuro jurídico como propiedad pública y gestión privada
  • En enero se presentará la propuesta al nuevo gobierno para resolver su situación legal 
  • La dirección del centro garantiza que será público y con el mismo convenio


12-11-2012. La Vanguardia.

Privatización ha sido la palabra clave para llenar pasillos, cafetería, salas, quirófanos, mostradores y despachos de la más absoluta inquietud. El Clínic, un orgulloso hospital formado por 4.500 empleados -entre ellos un millar de médicos con abundancia de primeras figuras y otro millar largo de enfermería con niveles de decisión poco comunes en la sanidad española-, ha pasado el último mes sumido en el desasosiego por los rumores de que les iban a vender, que les iban a privatizar. Que iban a dejar de ser lo que eran.

El miércoles casi se oyó un suspiro de alivio. Todos recibieron el compromiso escrito de su director general, Josep Maria Piqué, por correo electrónico, de que las soluciones jurídicas que estudian -para resolver la irregularidad jurídica en el que vive desde el 2008- mantienen al Clínic como un centro público encargado de atender a un tercio de los vecinos de Barcelona y a una gran parte de los problemas de salud complejos de Catalunya y más allá. También decía que todos iban a seguir con el mismo convenio laboral y que la gestión se encargaría a una entidad siempre sin ánimo de lucro, nada de compañías de seguros o asimilados. Y que cuenta con la implicación de los profesionales para este reto.

Esa entidad de gestión tiene muchos puntos para ser una fundación -de derecho privado y sin ánimo de lucro, tal como marca la ley- formada por los propios profesionales del centro, pero que, dado que gestionar significa también hacerlo a riesgo de que se pierda dinero, tendrán que poner dinero de su bolsillo. 

"No sabemos nada de eso, las conversaciones no han llegado a ese detalle, pero una cosa es participar en la gestión y otra asumir posibles pérdidas y poner dinero", apunta la doctora Àngels Escorsell, presidenta de la asociación profesional de los facultativos del hospital. "¡Una empresa que maneja un presupuesto de más de 400 millones! " 

¿Sólo médicos? Aunque aún está por definir el detalle de cómo se participa en la fundación y en la gestión del centro, la propuesta está de momento más dirigida a quienes han mostrado interés en tomar las riendas, un amplio grupo de facultativos. "La enfermería está satisfecha en este hospital, tenemos carrera profesional y un papel ahora mucho más relevante. Por eso, no contar con ella en ese proyecto de gestión crearía un conflicto", admite Anna Muela, presidenta de la Apich, la asociación profesional del Clínic.

El proyecto prevé la búsqueda de copartícipes en el gasto de esa entidad de gestión, que podrían ser dos grandes hospitales de prestigio, uno en los países nórdicos, otro en Estados Unidos, cuya aportación a fondo perdido tendría a cambio contrapartidas de ámbitos en los que el Clínic destaca, desde tecnología quirúrgica, a diseño de sistemas informáticos y otras sinergias que pudieran interesarles. Y quizá también podría entrar en la fundación sin ánimo de lucro algún laboratorio de investigación biotecnológica.

"Sin conocer los aspectos concretos del proyecto, lo que sí es seguro es que hay un compromiso de los profesionales con la gestión del hospital, porque ya tenemos experiencia con el modelo de institutos, en el que los equipos hacen una microgestión, pero sobre todo, somos profesionales muy orgullosos de nuestro hospital, público, donde se ofrece una asistencia gratuita y universal a una parte de la población. Como hasta ahora", resume Antoni Castells, director del Institut de Malalties Digestives del Clínic.

"Los profesionales del hospital tenemos una amplia participación en la gestión y no la queremos perder, pero responder de las pérdidas posibles no es lo mismo. Hay que hablar mucho aún, no podemos ir tan rápido", apunta el director de la La Unitat d'Avaluació, Suport i Prevenció del hospital, el epidemiólogo Antoni Trilla.

La solución jurídica, que está aparcada hasta que pasen las elecciones y "que, nos han confirmado en la mesa del Parlament, no tienen prevista adelantar", indica el portavoz de CC.OO., en el hospital, Sergi Hurtado, consagra el dúo jurídico semejante al de Sant Pau. Un patronato que reúne a la propiedad, la Universitat de Barcelona y la Generalitat. Y una fundación gestora con un formato que le dé la libertad administrativa de una empresa privada y que dependería del mandato de ese patronato. 

La razón por la que los directivos del hospital se inclinan más a favor de una fundación para gestionar el centro en lugar de otro tipo de entidad pública un consorcio, por ejemplo) es, explican, porque permite actuar como pública en cuestión de beneficios (porque no se pueden repartir, sino revertir), y en cambio su administración no está sometida a la intervención previa que limita las decisiones, al pedir cuentas al final del año. "El objetivo es mantener la excelencia y hacer una propuesta en enero al nuevo gobierno que salga de las elecciones, porque hará falta una ley", explica el presidente del patronato actual, Xavier Pomés.

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