España, "huérfana" de radioterapia
- Un tercio de los equipos de los hospitales están obsoletos.
- No hay recomendación oficial sobre el ratio de equipos por habitante.
Aunque toda la fama y los titulares cuando se habla del tratamiento del cáncer se los lleve la quimioterapia, la radioterapia es una pieza indispensable para acabar con muchos tumores -algunos de los cuáles se tratan únicamente con radiación-. Sin embargo, la situación de los equipos de radioterapia que hay en España dista mucho de ser la ideal, según denuncia la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR).
Como explica a EL MUNDO el presidente de esta sociedad científica, el doctor José López Torrecilla, en España hay en total 224 aceleradores lineales (los equipos que administran los rayos X que acaban con las células malignas). Pero aunque el número se aproxima al ratio por habitantes recomendado por las sociedades internacionales, los especialistas españoles están preocupados sobre todo por la antigüedad de algunos de estos equipos (el 60% de ellos de titularidad pública).
Según datos de la propia SEOR, un tercio de los aceleradores que hay en España deberían renovarse ya y algunos de ellos tienen hasta 20 años de vida útil, cuando lo recomendable es que esta tecnología se renueve cada 10 ó 15 años. Sólo otro tercio de la tecnología tiene menos de cinco años y el último tercio aún tiene algunos años de vida útil por delante.
El problema, admite López Torrecilla, es que en España no existe ningún consenso, recomendación o documento oficial que regule cada cuánto deben sustituir los hospitales sus equipos de radioterapia, ni cuántos aparatos debe existir por millón de habitantes o qué indicadores de calidad permiten medir si se está administrando bien la radioterapia.
En un campo tan cambiante como el tecnológico, un acelerador lineal de hace 20 años no dispondrá, por ejemplo, de la tecnología multiláminas que sí tienen los equipos modernos para ajustar mejor la dosis de radiación al volumen del tumor. Las máquinas de hace una década, prosigue el presidente de SEOR, tampoco disponen de la tecnología de imagen adecuada, que permite al especialista aplicar la radiación únicamente en el tumor, sin dañar los tejidos vecinos sanos.
El 'problema' de las comunidades
Desde la SEOR son conscientes de la transferencia de competencias a las comunidades, pero aún así han remitido un escrito al Ministerio de Sanidad para pedirle "una normativa de país", que regule al menos el ratio de aceleradores lineales por habitante, cada cuánto tiempo deberían renovarse o establecer un censo de profesionales implicados en la administración de la radioterapia.
"El ratio por habitante que aconsejan otras sociedades internacionales está entre cinco o seis aceleradores por cada millón de habitantes. En ese sentido España no está mal, pero nos preocupa mucho la renovación tecnológica". Según esta sociedad científica, en nuestro país serían necesarios unos 30 aparatos más ("que no son demasiados") y cerca de 1.000 oncólogos radioterápicos para alcanzar un ratio de 20 profesionales por millón de habitantes.
Pero como recuerda el doctor Torrecilla, especialista en el Hospital General de Valencia, España está también huérfana de datos, de indicadores de calidad que permitan evaluar cómo se está administrando la radioterapia en España (y si los hospitales con equipos antiguos, por ejemplo, tienen peores tasas de supervivencia en pacientes con cáncer). "Con la cantidad de sistemas de información que hay hoy en día, es algo impensable. Pero a los hospitales sólo les preocupan las listas de espera, porque son lo más visible".
Torrecilla también se muestra preocupado por los efectos que la crisis va a tener en la "brecha tecnológica que nos separa de EEUU.Podríamos decir que nosotros tenemos lo básico, pero ellos están invirtiendo mucho en innovación tecnológica, y aquí la investigación está infrafinanciada".
Una buena radioterapia permite, por ejemplo, evitar el dolor en muchos pacientes oncológicos, reducir las secuelas estéticas de una cirugía o prevenir numerosas complicaciones (por ejemplo, de incontinencia o disfunción eréctil en varones con cáncer de próstata). Pero también mejorar el pronóstico y la supervivencia del diagnóstico en una enfermedad con 220.000 casos nuevos al año en España.
"Tenemos mucho que mejorar", se lamenta el doctor Torrecilla, "tenemos mucho déficit de información. No sabemos ni siquiera el tiempo que transcurre entre el diagnóstico y el inicio de la primera sesión en toda España". Para tratar de paliar esta situación, la Sociedad de Radioterapia iniciará un estudio entre enero y marzo de 2015 para tratar de profundizar en la fotografía que arroja la situación de la radioterapia en España. Una fotografía que, de momento, aparece bastante desenfocada.