sábado, 9 de febrero de 2013

Descubren cómo mitigar el daño renal producido por el contraste radiológico

Descubren cómo mitigar el daño renal producido por el contraste radiológico


05-02-2013. El Confidencial.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Salamanca y de dos empresas biotecnológicas han ensayado en animales un método que puede prevenir el daño renal producido por los contrastes radiológicos.

El estudio ha descubierto cómo mejorar los efectos de la nefropatía de contraste, a partir de la administración de la proteína denominada Cardiotrofina-1, que previene el daño renal, han informado hoy fuentes académicas. Esta proteína, que se encuentra de forma natural en el organismo, es capaz de prevenir el daño que sufre el riñón cuando se administra un contraste yodado a ratas que antes han recibido una dosis no tóxica del antibiótico gentamicina.

El ensayo ha imitado la situación que se produce al administrar este tipo de contrastes a pacientes de alto riesgo y, de esa manera, la técnica evitaría el daño renal que se produce en un importante porcentaje de los pacientes sometidos a este tipo de pruebas. El estudio, que acaba de ser publicado en la revista Toxicological Sciences, también ha revelado una parte de los mecanismos celulares y moleculares que explican esa protección y actualmente ya tiene aplicaciones clínicas directas.

El valor de la Cardiotrofina-1

Una de las empresas investigadoras, Digna Biotech, realiza otro estudio clínico en Fase 1 de bioseguridad de la Cardiotrofína-1 en voluntarios y pacientes sanos y comenzará, en breve, un ensayo clínico en Fase 2 con el fin de analizar la eficacia de este producto para mejorar la conservación de riñones obtenidos para trasplante renal.

La Cardiotrofina-1 (CT-I) es una proteína perteneciente a la familia de las citoquinas de la interleukina-6 (IL-6) que ha recibido el estatus de medicamento huérfano por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para la prevención de la lesión por isquemia y reperfusión asociada al trasplante de órganos sólidos. La administración de contrastes yodados es necesaria para diversos tipos de exploraciones radiológicas, incluyendo el diagnóstico y la terapia de las obstrucciones coronarias.

La incidencia de nefropatía de contraste en la población general es de menos del 2 por ciento, pero en pacientes con alto riesgo, como los que tienen una insuficiencia renal crónica, diabetes, insuficiencia cardíaca o ancianos, la incidencia oscila entre el 20 y el 30 por ciento, según las mismas fuentes. El grupo investigador es un consorcio del que forman parte miembros del departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Salamanca, además de científicos de las empresas Bio-inRen, Spin-off y Digna Biotech.

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